(http://www.senderoxtrem.com/imagenes/imagenes_articulos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos-1.jpg) (http://www.senderoxtrem.com/imagenes/imagenes_articulos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos-1.jpg) | Nuestra temperatura interna en condiciones normales es de unos 37º C, y pese a los cambios de la temperatura ambiente, somos capaces de mantener esta temperatura estable. Para ello, el cuerpo se ve continuamente obligado a reajustarse para ganar o perder calor. El proceso por el que se pierde o se gana calor, en última instancia, es un fenómeno físico; así, el organismo tiene diferentes mecanismos para ello: conducción (transfiere calor por contacto físico directo), convección (el calor corporal se transfiere por el movimiento del aire o por el agua en contacto con el cuerpo), radiación (el cuerpo irradia su energía calorífica al aire del entorno) y evaporación (al convertirse el sudor excretado por la piel en vapor y también por el mismo aire de la respiración). Sin embargo, el fenómeno que regula los cambios de temperatura corporales |
El ejercicio físico: Su práctica, en la forma que sea, acelera el metabolismo basal y aumenta la producción de energía. La eficiencia mecánica del cuerpo humano ronda el 20-25%, es decir, el 75-80% de la energía restante se libera en forma de calor, siendo la cantidad total de calor liberada por el organismo directamente proporcional a la duración y la intensidad del mismo. Para que nos hagamos una idea rápida de lo que supone hacer ejercicio para el organismo, veamos este pequeño ejemplo: una persona cualquiera de unos 70 kg, entrenada o no, que realiza una práctica física muy básica como hacer footing durante unos 60´, quemaría alrededor de 900 calorías; sabiendo que el 80% de las mismas se disiparían en forma de calor, o lo que es lo mismo, 720 calorías, y conociendo el calor específico del cuerpo humano (ver Nota), podremos calcular lo evidente, y es que la temperatura del cuerpo de esa persona se elevaría, durante esa hora de footing, en más de 12,4º C, es decir, la temperatura corporal aumentaría hasta los 49º C, con fatales consecuencias. Las condiciones ambientales: Existen cuatro factores a nivel ambiental, que adquieren una importancia determinante en la tensión de calor adicional que se impone a cualquier persona cuando hace ejercicio. | (http://www.senderoxtrem.com/imagenes/imagenes_articulos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos-2.jpg) (http://www.senderoxtrem.com/imagenes/imagenes_articulos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos-2.jpg) |
(http://www.senderoxtrem.com/imagenes/imagenes_articulos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos-5.jpg) (http://www.senderoxtrem.com/imagenes/imagenes_articulos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos-5.jpg) | Aunque puede variar, la máxima tasa de evaporación es de aproximadamente 30 ml de sudor por minuto, esto es, 1,8 l/h. Sin embargo, puede darse el caso de un mayor índice de sudoración cuando el sudor cae sin evaporarse. Sólo el sudor que se evapora tiene un efecto refrigerante. Así, un litro de sudor, que se evaporase en su totalidad, podría disipar alrededor de 580 calorías. Pese a todo, hay que precisar que el índice de sudoración varía mucho entre las personas, como han demostrado algunos estudios (Maughan, R). En las condiciones ambientales más calurosas, el cuerpo es capaz de mantener su temperatura interna durante la práctica de ejercicio por debajo de 40,5º C, gracias a los mecanismos de evaporación y a las señales naturales de alarma que nos envía el cuerpo, evitando de este modo las lesiones térmicas. Pero un aumento excesivo de la temperatura interna (hipertermia), o una pérdida excesiva de líquidos y electrólitos (deshidratación) puede deteriorar el rendimiento y provocar lesiones térmicas graves, y este fenómeno puede darse durante la práctica de actividades típicas del estío en montaña (escalada de vías de largos durante una jornada, travesías a pie o en BTT, etc…), en las que la exposición a las altas temperaturas durante las horas centrales del día y una “mala previsión” de las reservas líquidas necesarias, pueden desembocar en la siguiente cadena de fenómenos: |
(http://www.senderoxtrem.com/imagenes/imagenes_articulos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos-3.jpg) (http://www.senderoxtrem.com/imagenes/imagenes_articulos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos-3.jpg) | Por tanto, una de las claves más importantes para luchar contra la deshidratación y, por ende, contra la disminución del rendimiento en la práctica de actividades físicas en condiciones calurosas, es el mantenimiento del equilibrio hídrico, que consiste en ir aportando al organismo la cantidad de líquidos que pierde en su intento por mantener la temperatura controlada entre límites adecuados para el correcto desarrollo de sus funciones. Veamos unos cuantos aspectos importantes para asegurarnos este equilibrio: Haciendo equilibrios... hídricos. Parece sencillo pensar que para mantener un equilibrio, sea el que se sea, debemos aportar lo que se está perdiendo…, sin embargo, esto no es tan sencillo por varios motivos. El primero de ellos, que no hay una forma exacta e inmediata de determinar cuánto sudor hemos perdido o estamos perdiendo. La tasa de sudoración, que determina el ritmo al que se deshidrata un individuo, depende de cada persona, y sobre todo de la intensidad del ejercicio que realiza, su nivel de entrenamiento, las condiciones ambientales, etc… Se ha determinado en diversas investigaciones que la tasa máxima de sudoración, para un deportista entrenado, rondaría los 2 o 3 litros por hora, lo que haría bajar rápidamente su peso en un 2 o 3%, con la disminución consecuente del rendimiento que esto conllevaría. Si hacemos la cuenta un poco rápida nos percataremos que ese volumen de líquido es lo que bebemos normalmente… en un día!. Entonces, lo evidente se hace patente, y es |
El proceso de aclimatación suele durar una o dos semanas, y los cambios que se producen en el organismo mejoran la capacidad para eliminar calor con una menor tensión del sistema cardiovascular (Ver Gráfico). El resultado final es un control más efectivo de la temperatura corporal, así como una mejora del rendimiento durante el ejercicio en un ambiente caluroso. Estos ajustes se mantienen ejercitándose en un entorno caluroso varios días a la semana, pero se pierden tras 7 o 10 días de permanencia en un entorno frío. | (http://www.senderoxtrem.com/imagenes/imagenes_articulos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos-4.jpg) (http://www.senderoxtrem.com/imagenes/imagenes_articulos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos/monte_estival-ejercicio_fisico_en_ambientes_calurosos-4.jpg) |